C255.1
Se acabó. Todo.
El aire del Bosque de Raíces, lleno de acre energía demoníaca, le resultaba extrañamente reconfortante.
Había vivido en el mundo humano durante aproximadamente un año, pero ese aire le resultaba más familiar.
Helmut se dio cuenta plenamente de que había regresado.
El proceso de regreso fue incomparablemente más sencillo que el proceso de salida.
La magia sagrada lanzada por los Sumos Sacerdotes era una fuerza absoluta contra aquellos que poseían energía demoníaca.
¿Debería estar agradecido de que no lo matara de inmediato?
“¿Dónde está este lugar?”
Debió haber caído en algún lugar al azar en el Bosque de las Raíces. ¿De quién sería ese territorio? Ahora, ¿debería vivir aquí de nuevo?
Helmut pensó con calma, pero en ese momento su visión se volvió completamente negra.
Algo en su interior pareció romperse. Una emoción terrible se apoderó de él. El hilo de la razón al que apenas se había aferrado se soltó con facilidad.
La desesperación se tragó a Helmut por completo.
Su corazón se agitó y sus entrañas se revolvieron. Pronto, un dolor intenso lo invadió.
¡Un dolor como si le trituraran todos los músculos y vasos sanguíneos a la vez!
Su cuerpo se dobló hacia atrás y flotó en el aire por sí solo, como si estuviera en el vacío.
Sintió como si le hubieran perforado un enorme agujero en el corazón. ¡Un agujero que lo absorbía todo! Una enorme atracción gravitatoria.
Su corazón, no, la Semilla de la Oscuridad, absorbió frenéticamente la energía demoníaca que lo rodeaba, como si fuera agua.
La energía demoníaca del Bosque de Raíces surgió rápidamente hacia Helmut.
El Vis de Helmut se encontraba en un estado de recuperación mínima y la energía demoníaca llenó su cuerpo vacío hasta desbordarlo. Un proceso como morir y renacer.
La desesperación entregó todo a la Semilla de la Oscuridad. Mientras se sometía a este proceso, la conciencia se hundió y el cuerpo de Helmut quedó completamente privado de control por primera vez.
Después de un rato, todo alrededor quedó en silencio. ¿Alguna vez una sección del Bosque de las Raíces tuvo su energía demoníaca tan diluida?
Helmut, que estaba flotando en el aire, se posó suavemente en el suelo.
En el momento en que levantó la cabeza, las pupilas de Helmut se dilataron enormemente.
"Grrr."
No hubo un cambio significativo, pero lo único que vivía en esos ojos era un instinto feroz.
Matar y destruir todo lo que tiene vida.
Helmut comenzó a moverse.
*
Elaga estaba holgazaneando como siempre. Llevaba más de un año disfrutando de su libertad.
¡La libertad de holgazanear cómodamente! El tipo molesto que siempre lo mantenía bajo control había muerto y el que le había causado la agonía de cuidar a los niños había desaparecido.
Aunque se sentía un poco vacío por eso, Elaga había encontrado un buen sustituto que requería menos esfuerzo.
A diferencia del hábito de los monstruos de matar y dominar, a Elaga le había tomado gusto cuidar de otra persona.
“Es cómodo y agradable”.
Junto a Elaga, tumbada y disfrutando del sol, estaba sentada una niña que parecía tener unos ocho años.
La muchacha de rostro brillante estaba sentada cerca de Elaga, sin mostrar signos de miedo.
La niña incluso hizo una gran corona de flores y la colocó sobre la cabeza de Elaga.
Las flores eran coloridas y no tóxicas, una rareza en el Bosque de Raíces.
'¿Mmm?'
De repente, Elaga sintió algo. El suelo tembló. Una ola enorme, como si el bosque se estuviera derrumbando.
Algo se movía allí, como si soplara un tifón.
[¿Qué es esta ola?]
Elaga se levantó. La corona de flores se le cayó de la cabeza. La niña puso cara triste.
“¿Eek, Señor Elaga?”
[Cállate. No es el momento. Entra rápido. Necesito ir a algún lado.]
Elaga rápidamente agarró a la niña con su cola y la empujó hacia una casa cercana, cerrando la puerta. Una mujer asomó la cabeza por la ventana desde el interior.
“¿Señor Elaga?”
[No salgas de casa hasta que regrese.]
"Sí."
Elaga corría como si volara. El leopardo gigante corría por el bosque con sorprendente agilidad.
El lugar donde se sintió la ola estaba cerca de su territorio. Surgió la curiosidad sobre lo que estaba sucediendo allí.
Después de un rato, Elaga llegó al lugar y frunció el ceño.
- ¿Hm? Está completamente devastado.
Reinaba un silencio inquietante, como si la muerte hubiera pasado por allí. Árboles rotos y aplastados, y cadáveres de animales cortados en pedazos.
Uno bastante fuerte.
Y allí, se veía una figura humana llena de energía demoníaca. Su movimiento se detuvo precisamente cuando apareció Elaga.
'¿Un humano?'
Elaga dio un paso audaz hacia él sin tensión.
Había pocos seres en el Bosque de las Raíces que pudieran poner tensa a Elaga. Y mucho menos si el oponente era humano.
La aparición de la figura se hizo claramente visible desde dentro de la sombra proyectada.
[¿Helmut?]
Las pupilas de Elaga se dilataron. Elaga reconoció fácilmente al oponente.
Es el que había criado, envuelto y girado en su abrazo desde pequeño. Aunque había crecido un poco y su olor había cambiado, no había forma de que no lo reconociera.
Pero la alegría del reconocimiento duró poco: algo no andaba bien.
El otro no parecía reconocer a Elaga. Se limitó a mirarlo con recelo y con ojos feroces llenos de intenciones asesinas.
La razón por la que Helmut no atacó de inmediato no fue porque reconoció a Elaga, sino porque su instinto le indicó que Elaga era muy fuerte.